La industria del cultivo de patatas en Irlanda se enfrenta a desafíos este año, ya que muchos productores se encuentran con sólo la mitad de las patatas de siembra que necesitan para la siembra de su cultivo principal. Se espera que esta escasez de patatas de siembra tenga importantes repercusiones en la superficie cultivada con patatas de cultivo principal y probablemente afecte a los rendimientos, empeorando las preocupaciones existentes en el sector.
Niamh Brennan, ejecutiva de políticas de papa de IFA, destacó la gravedad de la situación y afirmó que numerosos productores han recibido sólo alrededor del 50% de la semilla que habían solicitado a los proveedores. Para compensar este déficit, los agricultores están recurriendo a semillas guardadas en casa, una práctica que potencialmente podría conducir a una reducción de la calidad y del rendimiento comercializable, exacerbando los desafíos que enfrentan los agricultores este año.
La perturbación causada por el Brexit ha complicado aún más las cosas, especialmente para Irlanda, que tradicionalmente dependía de Escocia para la mayor parte de su suministro de semilla de papa para los 21,000 acres de cultivo principal que se plantan anualmente. La incertidumbre en torno a la disponibilidad de semillas no sólo plantea una preocupación para la próxima temporada sino que también genera alarmas para el ciclo de siembra de 2025, como destacó Brennan.
Este dilema no es exclusivo de Irlanda, ya que la escasez de suministro de semillas se ha convertido en un problema común en toda Europa debido al aumento de los costos de producción que afecta a toda la industria de la papa. Ollie Whyte, un productor de patatas con sede en Dublín, compartió su experiencia de primera mano con la escasez de semillas y reveló que actualmente sólo tiene el 70% de las semillas necesarias, con la promesa de un 20% adicional, que puede no ser suficiente para satisfacer la demanda.
La situación ha obligado a productores como Whyte a considerar la posibilidad de utilizar sus propias patatas de consumo para llenar el vacío dejado por el suministro inadecuado de semillas. Este ajuste, sin embargo, se suma a las complejidades que enfrentan los agricultores que ya luchan con el retraso en el calendario de siembra. Normalmente, la mayor parte de la siembra de cultivos principales se habría completado a mediados de abril, pero las interrupciones han obstaculizado el progreso de la siembra para muchos, intensificando aún más los desafíos en el sector del cultivo de papa este año.