Las autoridades estonias permitirán a los propietarios de las tierras por las que discurrirá la línea de defensa del Báltico utilizar búnkeres militares con fines económicos. Por ejemplo, aquí se les permitirá almacenar cultivos de patatas.
Al utilizar instalaciones militares como almacén de hortalizas, los agricultores también podrán ganar dinero a expensas del gobierno. Ya se ha hecho la promesa de pagar una indemnización por el hecho de que los bunkers ocupen sus terrenos.
A finales de enero de 2024, en el marco de los acuerdos con los países bálticos vecinos, Estonia asignó 60 millones de euros para construir 60 búnkeres a lo largo de su frontera sur.