Tradicionalmente, el presidente de Bielorrusia controla personalmente el trabajo de los agricultores, tanto durante la temporada de siembra como durante la cosecha.
La crisis alimentaria mundial es una oportunidad para Bielorrusia. Alexander Lukashenko expresó esta opinión mientras visitaba asociaciones agroindustriales en la región de Postavy.
El Presidente aseguró una vez más que el mercado interno estará provisto de todo lo necesario, tanto de piensos como de alimentos.
“Vamos a producir todo esto. Alimentaremos a la gente, alimentaremos a los animales. Pero dada la escasez actual en el mercado mundial de alimentos, la situación actual es una oportunidad para que nuestra agricultura alcance un nuevo nivel en términos de exportaciones”, su servicio de prensa cita las palabras del líder bielorruso.
Disciplina, trabajo, y no habrá guerra
Tradicionalmente, el presidente y el cosechador tienen el control. Exigió a los agricultores que se movilizaran, para evitar pérdidas en los campos y que no hicieran adiciones. También nombró las causas fundamentales de todas las guerras y explicó cómo la estabilidad, la prosperidad y, en última instancia, la paz están interconectadas.
“La guerra comienza cuando perdemos el sentido y dejamos de trabajar”, está segura Lukashenka.
El control es el puño más cruel y de hierro.
Una vez más, el Presidente recordó la responsabilidad de los titulares de las empresas agropecuarias. Y advirtió que ni siquiera debe intentar quejarse de la rigidez de sus decisiones.
“Públicamente, a todos ustedes, para que se escuche en todo el país: quejarse de la rigidez de las decisiones que se están tomando, ni vayan a ningún lado a quejarse. El control es el más severo.
Al enfatizar la importancia del sector agropecuario, el Presidente recordó que si aquí todo sale mal, mañana toda la cadena estará mal: “No habrá puño de hierro, no se puede hacer nada.