El reciente impulso del Parlamento Europeo para flexibilizar las nuevas regulaciones de la UE sobre la comercialización de semillas ha despertado la aprensión dentro del sector de la papa, y las partes interesadas han hecho sonar las alarmas sobre los riesgos potenciales de una mayor transmisión de enfermedades que podría resultar del proyecto de ley.
Introducido inicialmente por la Comisión Europea en julio, el nuevo reglamento tiene como objetivo reemplazar diez directivas existentes de la UE que rigen la producción y comercialización de material reproductivo vegetal (PRM), incluida una directiva de 2002 que aborda específicamente la comercialización de semillas de papa.
La postura adoptada por la Comisión de Agricultura del Parlamento (AGRI), encabezada por el eurodiputado italiano Herbert Dorfmann del Partido Popular Europeo (PPE), va más allá de las exenciones propuestas por la Comisión para determinados intercambios de semillas. La posición de AGRI sugiere una mayor relajación de las normas, lo que genera preocupaciones en el sector de la patata.
Europatat, la organización que representa los intereses de los comerciantes europeos de patatas y semillas de patatas, ha expresado reservas sobre la posición de AGRI, enfatizando las características únicas del cultivo de patatas que podrían afrontar "graves consecuencias" si se implementan los cambios propuestos.
Romans Vorss, director de asuntos técnicos de Europatat, destacó los riesgos potenciales asociados con la creación de un mercado paralelo de semillas a través de las excepciones propuestas. Destacó la necesidad de realizar controles antes del movimiento de semillas, especialmente debido a los riesgos fitosanitarios presentes cuando se transportan patatas a grandes distancias dentro de grandes explotaciones.
Europa, un importante productor mundial de patatas, mantiene regulaciones estrictas sobre las importaciones de patatas debido a los importantes riesgos fitosanitarios que implican. Vorss señaló que actualmente sólo Suiza disfruta de una exención de estas rigurosas normas.
A medida que se acerca la votación, Europatat insta a la Comisión a reconsiderar la flexibilidad adicional propuesta por AGRI y volver al proyecto de texto original presentado por la Comisión para evitar posibles crisis dentro del sector.
Por el contrario, IFOAM, la organización que representa al sector agrícola orgánico de la UE, aboga por facilitar el intercambio de material reproductivo entre agricultores sin obstáculos burocráticos excesivos. Eric Gall, subdirector de IFOAM, reconoció que las preocupaciones planteadas por los comerciantes de patatas eran válidas, pero enfatizó que estos argumentos no deberían agobiar desproporcionadamente a los pequeños productores.
Gall aclaró que las exenciones propuestas por AGRI son limitadas y están destinadas principalmente a actividades “sin fines de lucro” centradas en conservar la diversidad genética y apoyar el uso de sus propias semillas por parte de los agricultores. Subrayó que las regulaciones fitosanitarias de la UE seguirán vigentes independientemente de si las transferencias de semillas están sujetas a reglas de comercialización.