#Cambio climático#Pequeños agricultores#Agricultura#Agricultura sostenible#Seguridad alimentaria#Tierras cultivables#Salud del suelo#Conservación del agua#Biodiversidad#Agroforestería#Agricultura de conservación
Según un informe reciente publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el cambio climático podría amenazar hasta al 80 % de los pequeños agricultores de los países en desarrollo. Los pequeños agricultores, que dependen de la agricultura de secano y tienen un acceso limitado a la tecnología y los recursos, son los más vulnerables a los efectos del cambio climático. Los fenómenos meteorológicos extremos, como las sequías, las inundaciones y las olas de calor, pueden destruir los cultivos, el ganado y la infraestructura, e interrumpir las cadenas de suministro, lo que genera inseguridad alimentaria y pobreza.
Además de amenazar a los pequeños agricultores, el cambio climático también podría reducir la tierra cultivable. El aumento de las temperaturas y los cambios en los patrones de precipitación pueden provocar la erosión del suelo, la desertificación y la salinización, lo que dificulta el cultivo. El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) predice que para 2050, el cambio climático podría reducir el rendimiento de los cultivos globales hasta en un 30%.
Para mitigar los efectos del cambio climático en la agricultura, los agricultores, agrónomos, ingenieros agrícolas y propietarios de fincas deben adoptar prácticas agrícolas sostenibles que promuevan la salud del suelo, la conservación del agua y la biodiversidad. Por ejemplo, la agrosilvicultura, que consiste en plantar árboles junto con cultivos y ganado, puede mejorar la fertilidad del suelo, prevenir la erosión y secuestrar carbono. La agricultura de conservación, que implica labranza mínima, rotación de cultivos y cultivos de cobertura, puede reducir la erosión del suelo, aumentar la retención de agua y mejorar la salud del suelo.
El cambio climático es una gran amenaza para la seguridad alimentaria mundial y los pequeños agricultores son los más vulnerables. Para garantizar un futuro sostenible para la agricultura, debemos tomar medidas inmediatas para mitigar los efectos del cambio climático en la agricultura y promover prácticas agrícolas sostenibles. Al trabajar juntos, podemos crear un sistema alimentario más resistente y sostenible que beneficie tanto a los agricultores como a los consumidores.