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En un paso significativo hacia el avance de su panorama agrícola, Perú ha promulgado una ley pionera destinada a estimular la industrialización de la papa. Esta legislación, publicada en El Peruano el 8 de noviembre, está diseñada para crear condiciones favorables para la inversión, catalizar el desarrollo agroindustrial e impulsar los mercados locales y de exportación.
El Ministerio de Desarrollo Agropecuario y Riego (Midagri) juega un papel fundamental en esta iniciativa, promoviendo la asistencia técnica a los productores de papa. Las actividades abarcan la mejora de la calidad de la producción, la tecnificación, los procesos de transformación y, fundamentalmente, la identificación de mercados y alternativas de financiamiento. Senasa contribuye implementando un programa para promover el uso de semillas certificadas en el cultivo de papa, enfatizando la formación de asociaciones entre productores.
También están en agenda campañas de concientización masiva, impulsadas por Midagri, cuyo objetivo es promover el consumo de papa peruana en diversos variedades, presentaciones y derivados. Además, el Estado peruano está dispuesto a facilitar programas de financiamiento público o privado en colaboración con los gobiernos regionales y locales, fomentando la industrialización de la papa.
Estadísticas de Industrialización en el Perú:
Perú se erige como el principal productor de papa en América Latina, con un volumen de producción de 6 millones de toneladas métricas en 2022.
El 90% de la producción se concentra en la sierra, con foco en variedades nativas de papa.
La superficie cosechada de papa abarca 330,790 hectáreas, consolidando el liderazgo continental del Perú.
La papa es cultivada por 711,313 familias en 19 regiones, con los principales centros de producción en Puno, Huánuco, Cusco, Cajamarca, Huancavelica y Junín.
A nivel mundial, la papa ocupa el cuarto lugar entre los alimentos más cultivados, contribuyendo significativamente a la economía regional y local, especialmente en las zonas altoandinas.
El paso estratégico del Perú hacia la industrialización de la papa significa no sólo un salto económico sino también un compromiso para mejorar las prácticas agrícolas. La integración de semillas certificadas, asistencia técnica e iniciativas impulsadas por el mercado posiciona al Perú como un actor formidable en el ámbito agrícola mundial, prometiendo crecimiento sostenido y prosperidad para sus comunidades agrícolas.