Los descubrimientos científicos y las novedades tecnológicas son de gran ayuda para la agroindustria, haciéndola más rápida, precisa, rentable y eficiente. A disposición de los agricultores actuales, existen técnicas ecológicas, maquinaria y robots inteligentes, materiales de siembra resistentes y sensores avanzados.
Según un artículo publicado en el sitio web Política exterior, la agricultura ha sido testigo de numerosos innovaciones en la última década, principalmente en lo que respecta a la agricultura inteligente, la tecnología blockchain, la automatización agrícola, la inteligencia artificial y la producción ganadera. Las implementaciones de tecnología aceleran las actividades de campo y permiten que los agricultores se concentren en tareas más estratégicas.
Las soluciones inteligentes permiten a los agricultores comprender exactamente las necesidades de los cultivos y planificar las actividades en consecuencia, lo que ahorra costos y reduce la contaminación ambiental con productos químicos. Herramientas analíticas modernas proporcionar a los agricultores información útil:
- Los valores de los índices de vegetación indican el estado del cultivo.
- La función de zonificación del campo muestra qué áreas requieren el mayor tratamiento a juzgar por su productividad.
- Las dosis variables de fertilizante dan cantidades precisas de nutrientes para cada área.
- Los pronósticos meteorológicos ayudan a programar las operaciones de campo y mitigar la pérdida de cultivos y los riesgos de fugas de productos químicos.
- El clima histórico permite rastrear las tendencias meteorológicas en el área y más.
Actualmente, la agricultura moderna se beneficia de múltiples aplicaciones basadas en la ciencia, dando lugar a nuevas disciplinas. Hoy en día, la agricultura fusiona muchas ciencias como geología, geografía, biología, zoología, química, física, ecología, práctica veterinaria, ingeniería, computación y más.
La ciencia, la tecnología y la agricultura tienen una correlación interesante. Si bien los avances científicos y tecnológicos mejoran las prácticas agrícolas actuales, los desafíos agrícolas alimentan el entusiasmo de los científicos por contribuciones aún más beneficiosas en el futuro.