Simon Fox, MD de Emerald Research Ltd, se enteró esta semana de que Defra estaba retrasando la publicación de su consulta "Creación de un entorno regulatorio propicio para fertilizantes de eficiencia mejorada" que evalúa los enfoques regulatorios de los bioestimulantes.
Defra debía publicar la consulta en agosto de 2021, pero a medida que avanzamos hacia septiembre, se le ha dicho a la industria que "Defra se está retrasando y todavía no sabemos cuándo se emitirán los documentos de consulta".
Como la industria no ha recibido ninguna actualización sobre cuándo puede esperar ver las opciones regulatorias propuestas, solo puede esperar que la demora de su lado se refleje en el tiempo que la industria y las partes interesadas más amplias, como Comida los minoristas, los organismos medioambientales y los agricultores tendrán que responder. El cronograma propuesto actual cita octubre de 2021 como la fecha para el final de la consulta.
De manera optimista, tal vez Defra haya reflexionado sobre el curso de acción propuesto y se haya dado cuenta de la burocracia inútil que impondría y, por lo tanto, está definiendo un esquema de certificación de toque mucho más ligero, a la luz de las necesidades para apoyar la agricultura sostenible.
El motivo de esta revisión es que en 2022 la Unión Europea (UE) implementará Reglamento de fertilizantes de la UE, (CE) 219/1009, y aunque ya no somos miembros de la UE, nos comprometimos con este reglamento como parte del acuerdo de retirada. Si el Reino Unido sigue el mismo camino que la UE, requerirá que los proveedores de bioestimulantes hayan llevado a cabo ensayos de eficacia para justificar las afirmaciones del efecto de sus bioestimulantes.
El cronograma propuesto indica que la ambición de Defra es tener el nuevo marco regulatorio completamente implementado para septiembre de 2022, solo dentro de doce meses. Esto deja a la industria muy preocupada de que potencialmente solo tendrán una temporada de cultivo para cumplir con las demandas de investigación de la legislación (dependiendo de si están dispuestos a aceptar resultados de ensayos anteriores o no).
Esto podría resultar en que los agricultores y productores tengan poca o ninguna opción de productos bioestimulantes en la temporada 2023, en lugar de tener que depender de pesticidas y fungicidas. Todo esto parece estar en desacuerdo con la iniciativa ELMS del gobierno y un paso atrás para una industria que apunta a ser sostenible, reducir sus emisiones de carbono.