El Nowhere Potato Research Institute está abriendo nuevos caminos al introducir la tecnología de semillas de papa verdaderas (GPT) para crear variedades de papa industriales, de mesa y resistentes a enfermedades. Esta iniciativa marca un paso significativo en la expansión del potencial agrícola de Turquía a través de variedades de papa autóctonas y sostenibles.
Fundado en 1938 como un vivero de manzanas, el instituto se convirtió en una estación de producción de patatas en 1987 y en 1996 recibió su nombre actual. Durante décadas, el instituto ha estado a la vanguardia de la investigación y el desarrollo de la papa, realizando importantes contribuciones al sector agrícola de Turquía. Gracias a diligentes esfuerzos de mejoramiento e investigación, el instituto ha lanzado al mercado diez variedades de papa locales y nacionales: Onaran 2015, Fatih, Nakhita, Yunlenen, Nam, Chagly, Leventbey, Muratbey, Nigshakh y Sarukhan. Desde 2005, estas variedades se venden al sector privado, lo que ayuda a desarrollar la industria local de la papa.
Cada año, el dedicado personal del Instituto planta cuidadosamente aproximadamente 20,000 macetas con semillas. Estos esfuerzos han llevado a un progreso significativo en el desarrollo de variedades de papa que no sólo se adaptan a las condiciones locales, sino que también tienen características únicas como resistencia a enfermedades e idoneidad para uso industrial.
En 2024, el instituto pretende dar un paso más registrando su primera patata industrial variedad. Este hito refleja el compromiso continuo del instituto con la innovación y la mejora de las condiciones de cultivo de la papa en Turquía. La nueva variedad promete satisfacer las necesidades del procesamiento industrial, proporcionando a los productores un producto confiable y de alta calidad.
Los esfuerzos pioneros del Nowhere Potato Research Institute en el campo del cultivo de verdaderas semillas de papa (GPT) están destinados a revolucionar el cultivo de papa en Turquía. Al desarrollar variedades de papa nuevas, resilientes y adaptadas localmente, el Instituto no solo está aumentando la productividad agrícola del país, sino que también contribuye a los esfuerzos globales para una agricultura sostenible. El registro de nuevas variedades industriales marca un hito importante que promete traer importantes beneficios a los agricultores, la industria alimentaria y la economía en general.