La caída de la producción nacional y la reducción de las importaciones francesas impulsan aumentos históricos de precios
En España, los precios de la patata se han disparado significativamente por encima de la media histórica en los últimos años. Este repunte se atribuye a una fuerte caída de la producción nacional y a una menor afluencia de patatas procedentes de Francia. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) español informó de que durante la semana del 5 al 11 de agosto, los precios de la patata en origen subieron un 1.2% respecto a la semana anterior y un notable 111.6% respecto a la media de los últimos cinco años.
Durante la semana 32 de 2023, el precio alcanzó los 0.58 euros por kilogramo, una cifra favorable para el sector. Este aumento es bien recibido por los productores, que se enfrentan a un aumento de los costes de producción esta temporada. Las estadísticas oficiales revelan que durante el mismo período del año pasado, los precios de la patata siguieron una tendencia a la baja, con un precio en origen de aproximadamente 0.32 euros por kilogramo. Esto contrasta con la actual trayectoria alcista de los precios desde mediados de junio.
En julio, la Organización Agraria COAG destacó la disparidad de precios entre origen y destino, estimando una diferencia del 267% durante este periodo. Mientras que el precio en origen se situó en 0.48 euros por kilogramo, el precio de venta al público alcanzó los 1.76 euros por kilogramo, una brecha significativa que refleja las presiones sobre productores y consumidores.
Cosecha corta y precios altos
Según Alberto Duque, responsable del sector de patata de COAG, “a pesar de que todavía queda un 25% de la producción por cosechar, esta ha sido una temporada especialmente corta”. Duque lo atribuye a las condiciones meteorológicas extremas y a la mala calidad de las semillas. Como resultado, Duque espera una reducción de la producción de entre el 20 y el 30% en la mayoría de las parcelas en comparación con una temporada típica. Sin embargo, señala que si los precios se mantienen en sus niveles actuales, el impacto puede no ser tan catastrófico como se temía inicialmente.
Duque también señaló que, aunque los precios han bajado en regiones como Murcia y Andalucía, los consumidores aún no se han beneficiado de estas reducciones. Subrayó que la calidad de la patata francesa no es comparable a la del producto español y expresó su esperanza de que se mantengan los umbrales de precios actuales en beneficio de los agricultores locales.