Cuando la mayoría de la gente piensa en patatas, inevitablemente le viene a la mente Idaho, gracias en gran parte a la icónica marca Ore-Ida. Sin embargo, la historia de la búsqueda del centro de Oregón para convertirse en la principal región productora de papa en los Estados Unidos es un capítulo cautivador en la historia agrícola estadounidense.
Una descripción histórica: las ambiciones de la papa en el centro de Oregón
El centro de Oregón, en particular la región alrededor de Ontario, es conocido desde hace mucho tiempo por su potencial agrícola. A mediados del siglo XX, esta zona surgió como una seria candidata al título de capital de la patata de Estados Unidos. La clave de esta ambición fue la creación de Ore-Ida, una marca que combinaba las dos primeras letras de Oregón e Idaho para simbolizar una asociación entre los dos estados en la producción de patatas.
Fundada en 1952 por dos agricultores locales, Fred M. Meyer y Jack H. Simplot, Ore-Ida comenzó como una pequeña operación en Ontario, Oregón, centrándose en la producción de productos de papa congelados de alta calidad. La empresa rápidamente ganó reconocimiento nacional por sus tater tots y otros productos de papa, que fueron celebrados por su sabor y calidad. En la década de 1960, Ore-Ida se había convertido en un nombre muy conocido y los campos de patatas de la región eran reconocidos por su alto rendimiento y calidad.
La ciencia detrás del éxito de la papa en el centro de Oregón
El éxito de la industria de la papa en el centro de Oregón se puede atribuir a una combinación de condiciones ambientales favorables y prácticas agrícolas innovadoras. La región se beneficia de un clima único caracterizado por días cálidos y noches frescas, ideal para cultivar patatas de alta calidad. Según un estudio de 2023 de la Universidad Estatal de Oregón, el rendimiento promedio anual de papa en el condado de Malheur, donde se encuentra Ontario, es de aproximadamente 425 quintales por acre, uno de los más altos del país (Servicio de Extensión de la Universidad Estatal de Oregón).
Además, la disponibilidad de suelo volcánico rico en nutrientes, combinada con métodos de riego eficientes del distrito de riego de Owyhee, crearon condiciones óptimas para el cultivo de patatas. La introducción de prácticas innovadoras, como la agricultura de precisión y el desarrollo de variedades de papa resistentes a enfermedades, reforzó aún más la reputación de la región como una de las principales zonas productoras de papa.
Desafíos y declive de la industria de la papa en el centro de Oregón
A pesar de estas ventajas, la búsqueda del centro de Oregón para convertirse en la capital de la papa enfrentó desafíos importantes. Los crecientes costos de producción, la competencia de otras regiones productoras de papa y un enfoque agrícola cambiante llevaron a una disminución del dominio de la zona en la industria. Según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), a partir de 2023, Idaho sigue siendo el principal estado productor de patatas y representa aproximadamente el 32 % de la producción total de patatas del país (Servicio Nacional de Estadísticas Agrícolas del USDA).
Además, los cambios en las preferencias de los consumidores y la consolidación de la industria de la papa en operaciones corporativas más grandes contribuyeron a desviar la atención del centro de Oregón. Ore-Ida finalmente fue adquirida por Heinz en 1965, lo que provocó la reubicación de algunas instalaciones de producción y la reducción de los vínculos de la marca con la región.
Si bien el centro de Oregón no se convirtió finalmente en la capital de la papa de los Estados Unidos, la importancia histórica de la región y sus contribuciones a la industria de la papa siguen siendo notables. El éxito de Ore-Ida y las patatas de alta calidad producidas en Ontario, Oregón, son testimonio de la innovación y la dedicación de la comunidad agrícola local. Al mirar hacia el futuro, las lecciones del pasado del centro de Oregón pueden inspirar a nuevas generaciones de agricultores e ingenieros agrícolas a buscar la excelencia en sus propias prácticas.