Se espera que Cristalina, una importante región productora de papa en Goiás, Brasil, coseche alrededor de 40% de su cosecha a finales de julio, con máxima actividad entre finales de julio y agosto. La siembra comenzó en Febrero y concluyó en junio, Sobre 5% por delante del calendario habitual, que suele extenderse hasta julio. Cabe destacar que El 60% de los cultivos se sembraron entre marzo y abril, preparando el escenario para una conclusión de la cosecha más temprana, probablemente para Octubre, evitando la habitual prórroga hasta noviembre.
Los desafíos climáticos impactan el rendimiento
La temporada enfrentó obstáculos importantes, incluidos altas temperaturas en febrero y marzo, lo que aceleró el ciclo de crecimiento pero productividad reducidaSegún los agrónomos, el exceso lluvia en abril cultivos estresados aún más, mientras que un alta incidencia de moscas blancas—particularmente durante los períodos más cálidos—condujo a tamaños de tubérculos más pequeñosLos agricultores informaron que estos factores combinados contribuyeron a rendimientos por debajo del óptimo en la fase de cosecha temprana.
Datos recientes de Embrapa (Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria) Destaca que los fenómenos meteorológicos extremos, como el calor fuera de temporada y las fuertes lluvias, se han vuelto más frecuentes en la región del Cerrado brasileño, afectando a cultivos clave como la papa. Estas condiciones se alinean con las tendencias climáticas más amplias que impactan la productividad agrícola.
Las condiciones mejoradas traen esperanza
Since MayoLas condiciones climáticas se han estabilizado, con Temperaturas más suaves y precipitaciones equilibradas, ofreciendo alivio a los agricultores. Los expertos predicen que estas mejores condiciones ayudarán Normalizar el tamaño del tubérculo a partir de agosto y reducir la presión de la mosca blanca, aumentando potencialmente la productividad en cosechas posteriores.
Hasta ahora, el El rendimiento medio se estima en 40 toneladas por hectárea., ligeramente por debajo del rango típico de la región. 45-50 toneladas por hectárea En condiciones óptimas. Sin embargo, si las tendencias climáticas se mantienen favorables, las cosechas posteriores podrían experimentar una recuperación tanto en la calidad de los tubérculos como en la producción general.
Si bien la temporada de papa de Cristalina comenzó con contratiempos relacionados con el clima, la reciente estabilización del clima ofrece optimismo para la cosecha restante. Agricultores y agrónomos deben mantenerse alertas ante las plagas y adaptar las estrategias de siembra para mitigar los riesgos climáticos futuros. Con una gestión adecuada, la región aún podría alcanzar una producción respetable al final de la temporada.








