Las patatas, un alimento básico para millones de personas, son muy sensibles a los cambios de temperatura y clima. A medida que aumentan las temperaturas globales, los científicos chinos están trabajando para desarrollar variedades de patatas resistentes al calor para asegurar el suministro de alimentos. En un centro de investigación al noroeste de Pekín, el biólogo molecular Li Jieping y su equipo han estado experimentando con patatas a temperaturas elevadas, produciendo tubérculos más pequeños y ligeros que el promedio.
Esta investigación es crucial, ya que China es el mayor productor de papas del mundo y representa más del 20% de la producción mundial. Sin embargo, las regiones productoras de papas del norte del país, como Hebei y Mongolia Interior, son cada vez más vulnerables a los desafíos inducidos por el clima.
Resultados de los ensayos a alta temperatura
El equipo de Li cultivó patatas en entornos controlados con temperaturas 3 °C más altas que el promedio actual en el norte de China. Sus hallazgos, publicados en Agricultura inteligente climático, reveló impactos significativos:
- El desarrollo del tubérculo de papa se aceleró 10 días bajo temperaturas elevadas.
- El rendimiento total disminuyó en más del 50% y algunos tubérculos pesaron tan sólo 136 gramos, la mitad del peso promedio.
Estos resultados resaltan la necesidad urgente de estrategias de adaptación al clima para sostener la producción.
Esfuerzos de colaboración para construir resiliencia
El trabajo de Li Jieping se alinea con una iniciativa gubernamental más amplia para adaptar la agricultura a condiciones más cálidas y húmedas. Las estrategias incluyen:
- Cambio de los calendarios de siembra: trasladar el cultivo de patatas de principios de verano a primavera para evitar el calor máximo.
- Reubicación de granjas: fomentar la agricultura en regiones de mayor altitud con climas más fríos.
El gobierno chino ha priorizado estas medidas como parte de su estrategia de seguridad alimentaria a largo plazo, enfatizando la importancia de la investigación y la innovación para combatir los efectos del cambio climático.
Implicaciones globales para la producción de papa
Según un informe de octubre de las Naciones Unidas, las temperaturas globales podrían aumentar hasta 3.1 °C por encima de los niveles preindustriales para 2100. Tales aumentos plantearían graves riesgos para la productividad agrícola en todo el mundo, especialmente para cultivos sensibles al clima como las patatas.
Un Futuro de Colaboración
El biólogo molecular Li enfatiza la urgencia de tomar medidas proactivas:
“El cambio climático es una realidad y entendemos que puede tener un impacto negativo en la agricultura. Desarrollar soluciones ahora es fundamental para mitigar los riesgos futuros”.
Aunque los ensayos actuales se centran en las regiones de alta temperatura del norte de China, las lecciones aprendidas podrían tener aplicaciones más amplias y beneficiar a los agricultores de todo el mundo.
La investigación de China sobre patatas resistentes al calor pone de relieve el papel fundamental de la ciencia y la innovación a la hora de abordar los desafíos climáticos. Al desarrollar cultivos resistentes al clima e implementar prácticas agrícolas adaptativas, el país está dando ejemplo de salvaguarda de la seguridad alimentaria en un mundo en calentamiento. Sin embargo, la colaboración mundial y la inversión continua en investigación agrícola son esenciales para garantizar que estas innovaciones sean accesibles para todos.